Nuevamente en el Rand, después de 17 dias por ahí.
Regresamos ayer en el autobús de Modern Coast, en clase preferente. Es un autobús con cinco asientos de preferente en la parte delantera. Son unos butacones, reclinables, con cinturón de seguridad mas anchos que los normales (sólo caben tres en una línea), y tienen un sobre precio que esta justificado.
En la estación, a las seis de la manana, coincidimos con una pareja de españoles, Cesar y Sonia, que acababan de aterrizar en Nairobi e iban para Kampala, con idea de ver gorilas en algún Parque Nacional. Les dimos el teléfono de Kasule, el conductor de Jescar en Kampala, por si les interesaba. En Busia les ofrecimos nuestros asientos en preferente, pero Sonia dijo que era mejor ir atrás porque no quería ver la carretera de frente, con los adelantamientos del conductor… No despedimos, después de desearles buen viaje.
Nosotros, como antes del viaje ya salimos confesados, hemos perdido el miedo y confiamos ciegamente en los efectos de la miraa, en la habilidad de los conductores y en la gracia de dios. Todo esto necesario para viajar por Africa sin tener que cerrar los ojos cada cinco minutos, para no ver lo que pasa.
No saben nada del mono ,que había el año pasado, en los árboles del hotel Rand. Este año, en el desayuno me acompaña uno de los gallos ,que es muy manso, y le encantan las migajas de pan Bimbo que le guardo. Los mangos ya han dejado de caer, y el árbol que me tenía despistado , que parecía seco, esta nuevamente en flor; una flor anaranjada, que se llena nuevamente de abejas antes del amanecer. Esta precioso, es un árbol parecido al maracullá, de su familia, supongo.
Cerca del Hotel, han debido abrir una discoteca, porque esta noche ha habido música hasta las cuatro, a toda pastilla. Espero que sea cosa de los domingos, porque si no, se acabó la tranquilidad del Rand Hotel y me jodería tener que canbiar para tres días.
Ha venido Kamillo, el curandero, a ver mi hombro, y me ha metido cuatro estirones, porque , aunque no me duele nada, tengo la movilidad reducida.
juguete de los niños de Busia
Creo que he perdido un poco de movilidad estos días del viaje, pero seguro que en tres días, me lo entona nuevamente, porque esta tarde me ha dicho que volvía con las hojas de Aloe Vera…