
Wasike-Mugeni Road de Busia Town Council.
Ha sido durante, casi un mes, mi casa, y no quiero quedarme para mi, al menos una pequeña alusión.
Se encuentra situado a la entrada de Busia, como un kilómetro antes del centro, del Town Council, en Kampala Road.
Está en una suave ladera rodeado de un alto seto y si pasas rápido por la carretera puede pasar desapercibido, aunque ocupa cerca de una hectarea. Es un hotel relativamente nuevo, con alguna zona todavia en construcción.
Todos los edificios son de planta baja y las habitaciones todas con baño. En el jardin tiene dos palmeras botella de unos quince metros de altas y varios arboles de buen porte.
Hay varios mangos, uno muy grande, y en los dias que he estado tenia algunos frutos que tiraba el aire. Tambien hay buganvillas y una buena zona de sombra.

el mono del Rand Hotel
El servicio es bueno y los camareros y camareras muy amables. El huesped mas antiguo es un mono que vive en los arboles y baja a desayunar con los clientes. Yo me hize amigo de él, dándole trozos de platano y cuando me veia por las mañanas bajaba a mi mesa.
Los camareros le tenian bastante mania y siempre andaban persiguiendolo con el palo y el siempre se burlaba saltando por los arboles, pero el ultimo dia que estuve, vi que le habian roto el rabo.
Las gallinas corretean por los jardines y se meten por las habitaciones. Hay muchas salamandras. Una noche al entrar en la habitacion habia dos en el techo y fui a llamar a un camarero para decirselo y vino a la habitación, las vio y me dijo que “no problem” yo le dije que se podian caer encima de la cama y me dijo que no , que no pasaba nada que como tenia la mosquitera… y que se comian los mosquitos, asi que las dejo y se marchó tan campante.
Al dia siguiente no las vi.
Durante varios dias tuve una rana en baño. Era una rana pequeña, de color blanquecino y los ojos negros, que salia por la noche, supongo que de un desague que habia al lado del water.
A pesar de los extraños inquilinos las habitaciones son confortables y de una tranquilidad absoluta. Por el he visto pasar a los blancos que llegaban a Busia, casi todos americanos, de camino hacia Nairobi.
Un lugar para volver…



















los pavos , los patos, las gallinas con sus polluelos y el sol abrasador que recicla todo lo que tiran. En Busia no hay gatos, y pocos perros. Me han dicho que no hay gatos porque si un gato se le cruza a un muslim y le bufa, el muslim esta perdido…, y lo mismo le ocurre si una lechuza se mete en su casa.


















Ayer cuando volví de escribir mi entrada, en casa de los Namulundu estaban de luto: había muerto el marido de una de las hermanas . El entierro era en Mbale al medio día, segun el rito muslim, ya que el fallacido lo era. Yo pregunté si podía ir y me dijeron que no habia problema.
Una vez en Mbale , como ibamos seis, cogimos tres motos y despues de una media hora de malos caminos , en esta zona arenosos, y muy dificiles para las motos, llegamos al poblado donde era el entierro.
Los entierros, como en todo el mundo, son un acto social importante. Habría unas mil personas. El fallecido trabajaba en la policía del Gobierno y, al parecer, era muy conocido.
Pasamos dentro del salon y nos invitaron a ver al difunto que estaba detras de una cortina azul, rodeado de gente. Corrían una cortina y lo podías ver. Yo pasé a verlo y estaba amortajado con una sábana blanca. Era un hombre joven de unos 45 o 48 años, no mas, alto y delgado. Al rato, de las condolencias, salimos de la casa y nos alejamos de misma.
Habia varios grupos: los musulmanes, los hombres por un lado y las mujeres por otro, y lo mismo los católicos protestantes, las mujeres a la sombra de la casa y los hombres más cerca de la fosa. Luego me explicaron que las mujeres no pueden participar en el entierro y la familia permanece alejada y se acerca cuando ha finalizado el entierro. Yo dejé al grupo de la familia porque quería verlo de cerca y hacer fotos o un vídeo.
Me fui aproximando poco a poco y me coloqué cerca de la fosa. Alas cinco llegaron varios muslim con túnicas blancas, que ejercían de enterradores, con lo que parecía el ataud y lo pusieron en la puerta de la casa. El ataud iba tapado con una gran sábana blanca. Taparon la puerta de la casa con otra sábana para que no se viese nada y pasaron el cadavera al ataud. Luego, a hombros de unos palos que salín del ataud lo llevaron hasta enfrente de la tumba,
lo dejaron en el suelo y comenzaron los rezos como unos quince minutos. Los muslim descalzos, en filas bien organizadas con las rodillas en tierra hacían el gesto de adorar y cantaban los salmos coránicos. Volvieron a levantar al difunto y dieron una vuelta alrededor de la fosa y pusieron el ataud en línea con la tumba.
Varios hombres se metiron dentro de la fosa y dispusieron la sábana grande de tal forma que no se viese lo que hacían dentro de la fosa. A la vez inclinaron el ataud y deslizaron dentro el cadaver sin que le diese la luz. Habían dispuesto al lado de la tumba un fajo de verde hierva, como veinte palos del grosor de un brazo y como un metro cúbico de barro amasado, y poco a poco fue desapareciendo la hierva , los palos y el barro, cogido con las manos , a grandes pelladas, debajo de la sábana. Al momento quitaron la sábana y salieron los enterradores de la fosa donde solamente se veía el barro perfectamente alisado… Con azadas terminaron de llenar la fosa, con latierra que habian excavado. Yo mientras tanto hize algunas fotos y un vídeo, pero vi que algunos musulmanes no me miraban muy bien…
En el momento del entierro apagué la cámara y justo antes de acabar vino un muslim, muy arreglado y me pregunto que quien era y que hacía alli. Yo contesté que era invitado de la familia pero el solo hacía que decirme que no fotos y como la cosa se ponía un poco tensa llamé a Karol, que estaba cerca para que me echase una mano. Karol le dijo que era un invitado especial de la familia Namulundu, que había ido desde Busia para el entierro, y el señor aceptó la explicacion pero no le gustó ni un pelo que sacase fotos.
Sobre las doce ,con la luna llena de color rojizo , volvimos en el matatu, otra vez, tapados con la manta massai, que nunca hay que dejar en casa ,cuando se sale de viaje en Africa.
Busia es una población relativamente importante dividida por la frontera de Kenia, es decir una parte de Busia pertenece a Uganda y otra a Kenia. El hotel Rand, donde me alojo está en la parte de Uganda.
y
compramos una carpa del Nilo, viva. Pesaba ocho kilos y nos costó 10 euros, porque aquí el pescado es bastante caro…
Dejamos

Cada familia tiene su pequeño poblado que puede tener de tres a siete, o incluso diez cabañas, @nyumbas@. En el poblado de Jescar cada miembro de la familia tiene la suya. Lo tienen todo muy limpio: es verdad que la limpieza no tiene nada que ver con la pobreza.

