El viajero

¡Se acabó el color!

Ya me lo habían dicho, y llevo un buen rato comprobándolo. Estoy sentado en la espera del aeropuerto de Bruselas, junto a la puerta 44.

Esperando el embarque.

Cuando vienes de Asia, de Africa, o de la America Latina y llegas a Europa se acaba el color…

Me refiero al color del vestido, a la vestimenta.

Se acbó el color.

En Africa, las calles, los mercados, las gentes y en especial las mujeres disfrutan con los colores atrevidos, los colores del jacarandá y la buganvilla, los amarillos chillones, los verdes con los rojos, los fucsia…

Aquí, en Bruselas, predomina casi con exclusividad el negro: lo llevan los camareros, las azafatas, los estirados ejecutivos, ahora, tambien las mujeres, en especial las mas jovenes. Y si se ve algun color chillon es el de la limpieza o el del chaqueton de los que trabajan en las pistas.

¡Se acabaron los pañuelos en la cabeza!

Regresamos a la negra civilización.

Ayer alquilamos un matatu y regresamos a Jinja, al nacimiento del Nilo.

Barcas para turistas.

Circulando por la carretera de Kampala.

Es un espectáculo precioso, porque el agua se despeña río abajo formamdo varias cascadas.

No es comparable a las cascadas de Iguazú, en el rio Paraná-paraguay en la frontera de Brasil y Argentina, pero es un espectáculo digno de ver.

Salto del Nilo.

El lago Victoria se regula con una presa en Jinja y sus excedentes se vierten al Nilo. Ayer  bajaba bastante agua, como cuatro o cinco veces el Ebro en Zaragoza, y siendo en la cabecera del río no esta nada mal. Hay unos chiringuitos para turistas,en los que bebían cerveza, japoneses e indios, y unos espectáculos de folclore bastante flojos. Cobran entrada porque lo explotan como Parque Natural, pero merece la pena.

"Muzungus" en la orilla.

Pasamos el día, comimos, y  una vez fuera y vinimos hacia Kampala.

Aunque habíamos alquilado el matatu, como el conductor era conocido vino cogiendo gente de los pueblos y cobrando el transporte, con lo cual casi nos salió gratis el alquiler. Una fórmula muy interesante…

Hoy estamos visitando Kampala y mañana las  últimas compras y al aeropuerto, para  pasado mañana estar nuevamente  en Zaragoza.

Me gustaría poder transmitir, a través de unas líneas,sabiendo además que es la última entrada que escribo desde Busia, el ambiente que se respira en las calles de esta pobalación ugandesa. Porque creo que, en lo que mas se diferencia esta parte de Africa, de nuestras ciudades, es, no solamente en el  ambiente, sino en los olores, en la luz, en el polvo de la calle, en los cientos de niños en la puerta de las nyumbas.

El olor a basura quemada es uno de los ingredientes principales, porque a primera hora de la mañana, los niños

barren la puerta de las casas y como no hay recogida de basuras queman los  pocos desperdicios que el día anterior han dejado las cabras, las vacas,los pavos , los patos, las gallinas con sus polluelos  y el sol abrasador que recicla todo lo que tiran. En Busia no hay gatos, y pocos perros. Me han dicho que no hay gatos porque  si un gato se le cruza a un muslim y le bufa, el muslim esta perdido…, y lo mismo le ocurre si una lechuza se mete en su casa.

Como hay muchos musulmanes, !cualquiera tiene gatos!.

Pero ese olor a la basura quemada, se mezcla con el olor de las cocinas en la puerta de las casas, a la cebolla frita y las sambusas calientes con el chapati recien hecho. Y a la vez, aquí, donde escribo, el ruido de las decenas de bora-bora que reparan sus bicicletas. Todos son mecánicos y las bicis se reparan en la calle, en la puerta de las tiendas de repuestos, que están aquí mismo.

Para hacer un buen matoke, otra de las bases alimenticias de la población, hay que comprar primero una buena piña de plátanos verdes. Se compra entera y hay para quince o veinte días. Cuesta entre tres y cuatro euros al cambio y puede pesar unos 25 kilos. El matoke es una variedad del plátano y se consume verde. Hay que pelarlo y cocinarlo. Para pelarlo es bueno frotarse las manos con aceite, para que no se pongan negras, ya que suelta una lechecilla que ennegrece la piel. La piel  se quita bien a cuchillo, ya que que no se desprende sóla como cuando están maduros, y se cortan por la mitad. Para preparar una buena olla hay que pelar tres o cuatro kilos.

En la base de la olla donde se van a cocer se ponen unos trozos de la rama  de la piña, para que entre agua  y los platanos pelados se envuelven con grandes hojas de plátano que se compran aparte. Se hace una bola con las hojas y se pone a hervir en agua en una olla. Hay que vigilar que no se acabe el agua, por lo que hay que ir añadiendo de vez en cuando.

El plátano va sudando poco a poco, como en  un baño maría, y las hojas van atrapando la acidez que tiene.

El resultado es un puré de plátano verde que tiene un sabor parecido a nuestro puré de patatas con mantequilla pero mucho mas rico porque tiene los sabores del trópico africano, y para mi el recuerdo de la primera vez que lo comí con la mano, en una boda…

Aunque suene un poco raro es un desayuno de lo más habitual aquí. Lo puedes tomar en cualquier rincón de Busia.

En la puerta del local donde esta Internete, que es lentísimo,( entrar a la página me cuesta 10 minutos)  hay un tenderete donde sirven desayunos.

Detras de la calle Wasike.

Te lo hacen al momento. Hacen, por ejemplo, huevos pasados por agua, que son muy populares y los chavales los van vendiendo por la calle. Llevan un cartón  o dos y el salero…

No hacen pan al estilo europeo, es decir, cocido al horno.

Cesto de cacahuetes.

Aquí hacen @chapati@ reparan la masa y hacen bollitos pequeños y después con el rodillo extienden la masa hasta que tiene el tamaño de un plato grande y después lo ponen sobre una sartén de hierro, bastante gruesa, bien caliente en las brasas, y lo van girando con la mano, cuando comienza a ponerse dorado le dan la vuelta y hacen la otro cara. Cocinan con aceite de palma, parecido a nuestro girasol en el sabor.

Sacos de judias.

Dentro del chapati, con el que hacen un sobre, te pueden poner una tortilla con cebolla y ajo, que la hacen en otra sartén a la vez, o trozos de carne ya guisada, o las socorridas judias pintas.

Las judias pintas es uno de los productos de mayor importancia económica de esta región. Y ademas es uno de los productos ,base alimenticia ,de estas gentes.

 Consumen principalmente ugali, que es harina de maiz.

Báscula de pesar judias.

Tambien  cashava,  que es un tubérculo paracido a la batata,  de sabor dulce como esta.

Friendo mandioca.

La cashava la recolectan en este tiempo, la planta se hace alta, del tamaño de un arbusto de dos metros y se aprovecha la raiz. La dejan secar y despues se muele y se hace harina. La piel es roja y como quedan restos cuando se hace el ugali sale de color oscuro.

El arroz, como en medio mundo, es otro de sus alimentos , lo  importan de Vietnan, y es buenísimo, del basmati, aunque aquí tambien se cultiva en pequeñas cantidades.

Comprando tomates

Las batatas son otro de los alimentos mas comunes, son dulces, parecidas a nuestros boniatos y por último el matoque, que mañana contaré como se hace.

Puesto del mercado de Mombasa

Como decía las judias pintas son el producto de mayor tráfico comercial en Busia. En el @soko@ descargaran diariamente cincuenta o más camiones. Vienen de toda la región y aquí  y las preparan para la exportación a la vecina Kenia, las vuelven a envasar en grandes sacas de más de 150 kilos.

Bora cargado con plátano verde.

Algunos bora-bora las llevan en sus bicicletas hasta la frontera.

Hay judias de todos los tamaños y colores, pero las más comunes son las judias pintas, que las cocinan  a la antigua usanza: en remojo desde el día anterior y luego hirviendo lentamente con poca agua varias horas. Solamente les ponen un sofrito de cebolla y un chorro de aceite de palma.

Tomates y samaki

Como todo se cocina con carbón vegetal en aluminio y barro, los guisos tienen siempre ese sabor a socarrado que deja el fuego vivo, que a mí , me encanta.

Samaki seco.

Voy preparando la vuelta, ya tengo confirmado el vuelo de retorno para el 20 por la noche, y el 21 espero estar en Zaragoza por la tarde.

Pasado mañana dejaré el Rand hotel y me iré  para Kampala, acercándome ya a Entebbe, desde donde sale el vuelo.

La cama otomana del Glory.

La celosia árabe en la suit.

Si alguien desea estar en un hotel con sabor árabe puede ir al Glory.

Está en el centro de Mombasa, esquina con la Avenida Moi, la del Casablanca y los colmillos.

Los propietarios son indúes y la mayoría de los clientes son musulmanes.

Tiene un amplio recibidor con muebles swahilis y un mostrador bien alto que los camareros saltan por encima porque la puerta debe estar atascada.

A la izquierda un letrero remarcado en swahili y en inglés te advierte en grandes caracteres que la dirección no se hace responsable de los objetos depositados en las habitaciones, osea, que te andes con ojo.

Para subir a la planta primera se hace por una escalera estrecha con los escalones gastados y de medio lado porque son tan estrechos que no cabe la planta del pie.  Se ve que los albaniles eran de pie pequeñno, porque si no se hubiesen dado cuenta que un modesto 40 no cabe en la huella.

Cada habitacion tiene en la puerta un impresionante cerrojo. No exagero si digo que en la G-10 el candado del cerrojo pesa medio kilo.

El cerrojo con su candado

La G-10 es una suit( segun la dirección) porque tiene aire acondicionado y baño. El aire acondicionado es imprescindible em Mombasa en este tiempo, con calor tropical.

Un gran ventilador de los de baja velocidad encima de la cama sirve para que no te molesten los mosquitos. A la izquierda esta el baño que es muy amplio, porque tiene la ducha, sin plato, con agua caliente, y la taza del vater. El lavabo está en la habitacion, porque como comen con la mano,está a a la vera. Desde el baño puedes estar discretamente viendo la gente pasar por la calle porque tiene una mirilla árabe de ladrillo, desde donde puedes mirar sin que apenas te vean.

Este mirador y la cama es lo mas interesante. Esta es de estilo swahili, de madera de teka con unos cristales de colores en el cabezero y en los pies. En los extremos el mueble tiene como dos metros de alta, formando un cuadrado que soporta la mosquitera.

Las camas wahilis tienen la peculiaridad de que son mas anchas que largas, efectivamente esta tiene 180 del cabecero a los pies y dos metros de ancha, porque según me contó Jescar los sultanes otomanos que las importaron, dormían en el centro de la cama con una mujer a cada lado…

Taller de camas swahilis.

Esta habitación hace esquina a dos calles y si discretamente abres un poco la cortina puedes estar en la cama, viendo como discurre la gente por la calle.

Con el desayuno incluido cuesta 50 euros ( por lo del aire). No merece la pena por el precio, pero sí por el sabor que tiene. 

En la segunda planta hay habitaciones sin baño, que es comunitario al final del pasillo, no recomendables para europeos, salvo estricta necesidad.

No obstante los árabes andan descalzos de arriba abajo, como si tal cosa, vamos, como en su casa.

Ver video del entierro

Aqui los musulmanes son @muslim@.

Ayer cuando volví de escribir mi entrada, en casa de los Namulundu estaban de luto: había muerto el marido de una de las hermanas . El entierro era en Mbale al medio día, segun el rito muslim, ya que el fallacido  lo era. Yo pregunté si podía ir y me dijeron que no habia problema.

Pensé que saldríamos de inmediato, pero, una vez mas comprobé que en Africa las cosas son distintas porque dijeron que había problemas con el @matatu@. Al final  comimos pronto y salimos para Mbale al medio día en un matatu de línea, como las sardinas en lata, por la pista de Tororo. Una vez en Mbale , como ibamos seis, cogimos tres motos y despues de una media hora de malos caminos , en esta zona arenosos,  y muy dificiles para las motos, llegamos al poblado donde era el entierro.

Habian retrasado el acto a las cinco de la tarde, en atención a la gente que se había puesto de viaje. Los entierros, como en todo el mundo, son un acto social importante. Habría unas mil personas. El fallecido trabajaba en la policía del Gobierno y, al parecer, era muy conocido.

Cada pueblo manifiesta el duelo de una forma, pero los musulmanes, especialmente las mujeres, lo manifiestan mediante gritos, alaridos y  alabanzas al difunto. Cuando una grita, otras contestan, y se organiza una llantina general.

La fosa estaba preparada a unos 25 metros de la casa nueva, aun sin terminar de ladrillo que se estaba construyendo  el difunto. El velatorio del difunto se realizaba en el salón  de la nueva casa. Ésta,  abarrotada de  mujeres llorando, sentadas en el suelo. Pasamos dentro del salon y nos invitaron a ver al difunto que estaba detras de una cortina azul, rodeado de gente. Corrían una cortina y lo podías ver. Yo pasé a verlo y estaba amortajado con una sábana blanca. Era un hombre joven de unos 45 o 48 años, no mas,  alto y delgado. Al rato, de las condolencias, salimos de la casa  y nos alejamos de misma. Habia varios grupos: los musulmanes, los hombres por un lado y las mujeres por otro, y lo mismo los católicos protestantes, las mujeres  a la sombra  de la casa y los hombres más cerca de la fosa. Luego me explicaron que las mujeres no pueden participar en el entierro y la familia permanece alejada y se acerca cuando ha finalizado el entierro. Yo dejé al grupo de la familia porque quería verlo de cerca y hacer fotos o un vídeo. Me fui aproximando poco a poco y me coloqué cerca de la fosa. Alas cinco llegaron varios muslim con túnicas blancas, que ejercían de enterradores,  con lo que parecía el ataud y lo pusieron en la puerta de la casa. El ataud iba tapado con una gran sábana blanca. Taparon la puerta de la casa con otra sábana para que no se viese nada y pasaron el cadavera al ataud. Luego, a hombros de unos palos que salín del ataud lo llevaron hasta enfrente de la tumba, lo dejaron en el suelo y comenzaron los rezos como unos quince minutos. Los muslim descalzos, en filas bien organizadas con las rodillas en tierra  hacían el gesto  de adorar y cantaban los salmos coránicos.  Volvieron a levantar  al difunto y dieron una vuelta alrededor de la fosa y  pusieron el ataud  en línea con la tumba. Varios hombres se metiron dentro de la fosa y dispusieron la sábana grande de tal forma que no se viese lo que hacían dentro de la fosa. A la vez inclinaron el ataud y deslizaron dentro el cadaver sin que le diese la luz. Habían dispuesto al lado de la tumba un fajo de verde hierva, como veinte palos del  grosor de un brazo y como un metro cúbico de barro amasado, y poco a poco fue desapareciendo la hierva , los palos y el barro, cogido con las manos , a grandes pelladas, debajo de la sábana. Al momento quitaron la sábana y salieron los enterradores de la fosa donde solamente se veía el barro perfectamente alisado… Con azadas terminaron de llenar la fosa, con latierra que habian  excavado. Yo mientras tanto hize algunas fotos y un vídeo, pero vi que  algunos musulmanes no me miraban muy bien… En el momento del entierro apagué la cámara y justo antes de acabar  vino un muslim, muy arreglado y me pregunto que quien era y que hacía alli. Yo contesté que era invitado de la familia pero el solo hacía que decirme que no fotos y como la cosa se ponía un poco tensa llamé a Karol, que estaba cerca para que me echase una mano. Karol le dijo que era un invitado especial de la familia Namulundu,  que había ido desde Busia para el entierro, y el señor aceptó la explicacion pero no le gustó ni un pelo que sacase fotos.

Lo que no supo es que hize un vídeo, a trozos, pero lo he revisado y es bastante bueno, de los momentos mas interesantes del entierro.

Me falto por gravar, cualquiera sacaba la camara después,  el ataud> No era tal, el difunto descansaba sobre tres troncos verdes de la planta del plátano, que es muy fragil y tierna, atravesados por estacas y con mimbres habian tejido encima una especie de cesta, que era lo que tapaba la sabana y parecia el ataud. Cuando se marchó la gente se acercó el grupo de la familia mas cerca de la tumba. El pésame lo dan de rodillas con una inclinacion y dando la mano… Al lado de la tumba tomamos un té, ya entrada la noche, mientras esperamos el matatu. Sobre las doce ,con la luna llena  de color rojizo , volvimos en el matatu, otra vez,  tapados con la manta massai, que nunca hay que dejar en casa ,cuando se sale de viaje en Africa.

Busia es una población relativamente  importante dividida por la frontera   de  Kenia, es decir una parte de Busia pertenece a Uganda y otra a Kenia. El hotel Rand, donde me alojo está en la parte de Uganda.

Busia no esta en la carretera principal que une Kampala con Nairobi, pero los camioneros, que se las saben todas, cortan por Busia para hacer el camino mas corto. Así la frontera por Busia es uno de los principales pasos.

El mayor tráfico lo producen los camiones cargados con petróleo. Este llega a Mombasa desde los Emiratos Arabes  en los petroleros y desde allí se distribuye a la Africa central, por esta vía.

Pero, en cuanto te alejas unos kilómetros de la carretera principal y única, la vida retrocede unos cuantos siglos. Las noticias de los conflictos, tanto del Norte con Koni, como del vecino Congo, os llegan a vosotros antes que a mi. Las distancias se miden en días y para que os hagais una idea , aunque Kampala está a 200 Kilometros, estoy a un dia.

Ayer estuve nuevamente en el Lago Victoria , y compramos una carpa del Nilo, viva.  Pesaba ocho kilos y nos costó 10 euros, porque aquí el pescado es bastante caro…Dejamos

la mitaden Butangasi, donde comimos. Jescar es de Butangasi y comimos  en el poblado de su familia. Allí, viven su padre,  que está jubilado, una tía y algunos primos. Cuando llegamos, enseguida nos saludaron y nos sacaron unos asientos  para que descansásemos y  nos ofrecieron agua fresca.

A continuación de un árbol cercano, sus primos adolescentes, tiraron con una larga vara  dos popos ( como dos melones) y Jescar los peló para comer. Luego nos sacaron batatas dulces, que son como boniatos y pescado pequeño, secado al sol.

Fuimos en un pika-pika, con su moto, disfrutando del paisaje, que es precioso. El camino ,rojo de polvo ,porque lleva más de un mes sin llover y como era domingo por la mañana, todo el mundo iba a misa, a las iglesias protestantes y  de Gospel, porque aquí no hay católicos de Roma, solamente anglicanos. La gente va con sus mejore galas, andando los caminos hasta las iglesias, que son grandes barracones de ladrillo.

Todo el territorio esta lleno de pequeños poblados donde a una distancia de entre doscientos y quinientos metros viven las distintas familias. Cada familia tiene su pequeño poblado que puede tener de tres a siete, o incluso diez cabañas,  @nyumbas@.  En el poblado de Jescar cada miembro de la familia tiene la suya. Lo tienen todo muy limpio:  es verdad que la limpieza no tiene nada que ver con la pobreza.

El suelo de las chozas es de tierra, amasada con estiercol de vaca, que hace como un yeso bastante consistente que se puede barrer sin levantar polvo, las paredes son del mismo material y  si está bien amasado no queda ningun orificio y no se crían bichos ni arañas.

Una persona se encarga de hacer la comida ( una mujer) y el resto ayudan. El marido no hace nada en la casa, está sentado  en la silla principal, o tumbado en una estera a la sombra y le sirven zumos, que aquí son jugos.

La mujer lleva el peso de la casa y trabaja en el campo.  El marido suele tener un trabajo en otro lugar, donde va cada día en bicicleta.

Después de comer fuimos a visitar al padre de Jescar, que vive en su nyumba a unos cien metros, debajo de unos árboles. Es un anciano, muy respetado, de unos setenta años, que como ya no tiene ganas de trabajar, no hace nada. Su cuñada le hace la comida y le lava la ropa.

Volvimos al anochecer, todavía con calor.

Plaza de la entrada al fuerte.

Exterior del fuerte.

Dicen que es el edificio histórico mas importante de la Africa sudeste. Quitando algunos templos hindues, no hay edificios de relevancia en Mombasa. Las culturas anteriores a las europeas, en este caso portuguesa, no dejaron huella en edificaciones.

Entrada al Fuerte.

Vasco de Gama pasó por Mombasa en 1498 pero no fue bien recibido por los swahilis por lo que se fue a la amistosa ciudad de Malindi, donde los portugueses establecieron su primera base en la Africa del Indico.

El Índico desde las almenas

La costa ofrece en Mombasa un puerto natural, por lo cual los turcos, que ya amenazaban europa construyeron una edificación para su defensa.

De regreso, la armada de Portugal atacó Mombasa y se hizo con el fuerte y de inmediato comenzó la construcción de lo que hoy se conserva.

Su planta tiene forma de flecha dirigida hacia el mar y sus murallas tienen una altura considerable.  Es de color terroso y se  distinguen varias reconstucciones en sus muros, debido a los diferentes asaltos que ha sufrido y las sucesivas reedificaciones.

Muro reconstruido y levantado.

Así, en 1698, los árabes de Omán, lo ocuparon después de dos años y medio de asedio.

El último asalto  que ha sufrido fue por los barcos ingleses en  1875, que lo bombardearon desde la bahía. Entre 1895 y 1958 fue prisión del gobierno.

Interior del Fuerte con su color terroso.

Para entrar, los extranjeros tenemos  que pagar una entrada de  200 Shs. ( 2 euros) y luego el guía aparte, que hay que negociar previamente, si no quieres tener problemas despues de la visita.

Jescar en los cañones del patio de armas del fuerte.

El que nos acompañó, debía pensar que mi ingles era  de Oxford, porque se dirigía a mí en todas las explicaciones, y creo que ni se enteró de que no tengo ni idea, porque yo educadamente asentía con la cabeza, como el alumno que no se sabe la lección…

 Se accede a el a través de una rampa en forma de curva, con doble, o triple puerta, muy apta para la defensa.  Uno de sus muros se alza en el acantilado, sobre el mar y la parte de la entrada forma una placeta donde se venden caracolas del índico,artesanía, agua fresca, cocacola y @sambusas@, recien fritas para los turistas.

Bajada a los calabozos.

Niños quemando basura.

Ayer cuando salí al porche de la casa, había un niño comiendo, sentado en el suelo.

 Se llama Inocent.

Barrio de kampala.

Jescar le habia servido un plato de ugali con carne de cerdo, igual que habíamos comido nosotros. Inocent no tiene madre porque  esta en el Sueño (ha muerto ) por el SIDA y su padre tiene @problems@. Tiene tal  infeccion de oídos que le supuran.

Despues de comer se tomó una taza de una @medicina@ que Jescar lleva preparando desde que volvimos de Mombasa.

En Mombolulu mandóa un chico cortar un trozo , como de dos palmos, de corteza de  un árbol y la trajimos. Cada día la hierve veinte minutos, y le va añadiendo agua. Es de color rojo oscuro. Yo la he probado y tiene un sabor astringente, como nuestras endrinas. Según ella, que se ha criado en Majangi, en medio del campo, es la mejor medicina, incluso para la malaria.

En esta parte del mundo los muertos no mueren, se van al Sueño. El otro día he pasado por un campo de Sueño, lleno de antiguas tumbas,  y entre ellas pastaban las vacas. A la vera de las cabañas estan las tumbas de cemento y las cabras duermen encima. Paseando por  los vericuetos de Busia tienes que ir esquivando las sepulturas que están por cualquier sitio.

El otro día vi a un leproso.

El problema del agua.

Me quedé impresionado. Había oído hablar de la lepra, pero no sabíaa lo que realmente era. Ibamos a Tororo y en una parada subió al autobús. Era un chico de unos treinta y tantos años. Tenía la cara deformada y le faltaba un ojo. La lepra le había comido literalmente la mitad de la cara. No  quise  evitar su mirada…

La polio sigue haciendo estragos en el mundo.

Afectada por la polio,con su triciclo.

Los afectados, normalmente con deformidades  en las piernas, se mueven en triciclos. Se dedican al transporte de pequeñas mercancías desde el mercado a la frontera de Kenia, que hay como un kilómetro. Los triciclos son artesanales, fabricados con chasis  y piezas de bicicleta y en la parte trasera llevan una tabla donde colocan las mercaderías. La tracción la hacen con la rueda delantera dando a las pedales con las manos, normalmente con un piñón fijo.

Carne de vaca.

Cada uno de ellos, los hay a decenas, lleva un niño de unos diez o doce años que  descalzo,  empuja el triciclo. No se si será cambio de unas monedas o de un plato de ugali.

danzaDe las tribus de esta región del Victoria, la que mas  conserva las costumbres ancestrales es la tribu de los massai.

Saltando con la la lanza massai

Son inconfundibles, porque visten a su costumbre. No llevan pantalón, ni los hombres ni las mujeres.

Llevan siempre la manta. La manta massai  es rectangular, y aunque parezca increible tiene mucha similitud con la manta que siempre han usado los pastores de Castilla. Jescar tiene una,  y la  cogió cuando salimos de viaje para Mombasa, y luego nos vino bien, porque en Nairobi, a 2.000 metros de altitud, por la noche hace frío.

Con la lanza y el escudo

Incluso, la doblan de la misma forma, haciendo un codijón donde llevan sus cacharros. El color favorito es el rojo/negro, formando cuadros de pequeño tamaño. En realidad llevan dos mantas, una de tejido fino que la usan a modo de vestido y otra, un poco mas gruesa que la llevan  para protejerse tanto para el sol, como de la lluvia. La región donde viven es el Mara, una gran planicie de sabana y suaves colinas. Hacen sun nyumbas (casas) de barro y me ha llamado la atención que  también tienen cierto paracido con los chozos de Castilla. La puerta esta adosada a la pared de la entrada, haciendo una U, para protejer su paso. No tiene ventanas. En realidad es un abrigo donde protejerse.

Los massai son inconfundibles, porque ademáss de su vestimenta tienen un andar peculiar: caminan levantando mucho los pies, como el que va andando por un rastrojo, cuestión lógica si se piensa que llevan siglos andando por la sabana, y en la sabana no puedes ir  arrastrando los pies.

Calabaza y barro.

Nyumba luyo.

En Mombasa tuve la oportunidad de  hablar con uno, a traves de Jescar, en una  visita a Mombolulu, donde hay un centro cultural.

Massai saltando

Vi sus útiles y sus ceámicas que son muy bonitas. Lo que mas me impresionó es la lanza. Ahora ya no llevan , pero siguen llevando una vara de un árbol paracido al olmo.

La lanza masai es de unos dos metros de larga y unos 50 cm son de hierro. Va muy bien contrapesada y es fácil de lanzar ya que como el peso va delantero, siempre va de punta. Es un arma impresionante porque es de hierro trabajado en la forja, con filo a las dos caras. Es una arma tanto ofensiva, para lanzar, como defensiva y nos contaron que un guerrero podia llevar  varias en la mano izquierda, mientras lanzaba con la derecha.

Otra de las costumbres que me llama la atencion es la siguiente:

danzaCuando los niños pasan a la adolescencia sobre los doce años, dejan  el poblado de sus padres y se van a un “redille” donde viven solos, con otros adolescentes, hasta los diezyocho o veinte años. Cuando vuelven son guerreros, pero antes han tenido que demostrar que tienen los conocimientos y el valor probado. Sobre la manta que hace de túnica llevan un cinturón y colgando de él llevan un cuchillo en su funda. He visto  a dos,  en la estación de  autobuses de Mombasa y cuando por el viento se levanta la  manta queda a la vista el cuchillo, que llevan como si tal cosa.

Recipientes massai de calabaza.

No tienen vello en el cuerpo, la piel muy suave y cuatro pelos en la barba, y les  encanta nuestro pelo liso. En Mombolulu, no sé porqué  me quité la camisa y uno de ellos, que vió  que tengo pelo en el pecho, me llamó “simba” que en swahili quiere decir león.